Algo le pasa a mi héroe, algo le pasa, tan solo veo un vacío en su
mirada. Algo le pasa a mi héroe, no dice nada, no repite las historias que me
contaba. Algo le pasa a mi héroe, perdió sus fuerzas, ya no pronuncia mi
nombre, no lo recuerda. Ni su cuerpo ni su mente son lo que era, pareciera
andar flotando por las estrellas. Sin querer entró en un mundo donde no hay
penas ni glorias, cada paso que va dando va borrando una memoria. Veo que el
árbol de su vida poco a poco se deshoja y aquel roble que era fuerte con los
años se desploma. Yo le hablo de nosotros de las cosas que vivimos, que tengo
su mismo nombre y que llevo su apellido. Que me ha dado dos hermanos, que le
vivo agradecido porque ha sido el mejor padre que pueda tener un hijo. El me escucha,
pero no me habla… Algo le pasa a mi héroe, donde se iría aquel que fuera mi
ejemplo, que era mi guía. Se ha convertido en un niño, quien lo diría. Ahora
nos toca cuidarlo como él lo hacía. Y mi madre le dedica cada hora de su día
manteniendo la promesa de amarlo toda la vida. Y los nietos van creciendo, se
hace grande la familia y si sus ojos hablaran seguramente diría que nos conoce
todavía. Algo le pasa a mi héroe ¡Algo le pasa! (Víctor Manuelle)