lunes, 11 de febrero de 2019

Los del camino


¿Sabías que el primer nombre que recibieron los seguidores de Jesús fue “Los del camino”? Este fue un nombre que se lo pusieron ellos mismos porque reflejaba como se veían: “En camino”. Esto sugiere que la fe en Cristo no es algo adquirido, estático o pasivo. Sino más bien algo dinámico, activo, en movimiento. Y está inspirada en el propio Maestro el cual, en su caminar, se encontró con toda clase de personas necesitadas. Y Él era el caminante que se tomaba tiempo para atender sus múltiples necesidades en una época de inmensa pobreza para la mayoría y de enorme riqueza para unos pocos. Sus seguidores tenían claro lo que Jesús había dicho de sí mismo, cuando dijo: “Yo soy el camino” (Juan 14: 6). Sus seguidores entendieron que el mundo no tenía que venir a ellos, sino que ellos se sentían llamados a ir al mundo con una actitud compasiva. Caminar es la mejor manera de sentirse vivo y hacerlo en el espíritu de Jesús, es la mejor manera de hacer que otros vivan también. “Cristiano” fue un nombre impuesto y de manera despectiva o acusatoria, por los paganos (no cristianos) de Antioquia cerca del 42 d.C. y aparece por primera vez en Hechos 11: 26.  El término fue adoptado posteriormente por los mismos cristianos a los cuales el apóstol Pedro (1 Pedro 4: 14 – 16) los anima a no avergonzarse, sino que glorifiquen a Dios por llevar ese nombre. El delito de ser “cristiano”, a diferencia de otros delitos mencionados en el pasaje, no es algo deshonroso sino un privilegio.