Vivimos tiempos de mucha apatía espiritual y es increíble el
trabajo que el Diablo hace en las personas para que no busquen a Dios. El
corazón de las personas se endurece más y más, hasta perder toda sensibilidad en
la necesidad de buscar al Padre. Has escuchado la frase: ¿Oren por mí porque
Dios a usted si lo escucha? Hay gente que trata al Señor como a una ambulancia
o a un bombero ¡Solo lo buscan cuando hay emergencias! Sin embargo, Isaías 55:
6 – 7 expresa que podemos buscar y llamar a Dios, siempre y cuando dejemos el
mal camino y volvamos a Él apelando su misericordia. Si de verdad deseas buscar
a Dios es necesario en primer lugar una sincera disposición de ánimo (1 Crónicas
22: 19). En segundo lugar, un corazón humilde ya que el orgulloso, agrandado y
altanero, el que cree que se las sabe todas es aborrecido por Dios (Salmo 138:
6) y, por último, debes aceptar incondicionalmente la forma en que Dios anhela
que lo busques. Y tu… ¿Cuál es tu verdadera intención al buscar al Padre?