El nivel más alto de ignorancia es cuando rechazamos algo de lo
cual no sabemos nada. Responder antes de oír, negar antes de comprender, y
afirmar sin saber de qué se trata, se convierte en una peculiaridad del
ignorante. Algunos consideran de manera errónea que la verdadera ignorancia no
es la ausencia de conocimientos, sino el hecho de rehusarse a adquirirlos. ¿Sabías
que la ignorancia es más rápida que la inteligencia? Una persona inteligente se
detiene a cada rato a examinar. En cambio un ignorante pasa sobre los
accidentes del terreno a gran velocidad y jamás hay nada que le llame la atención.
¡Por eso llega rápidamente a cualquier parte! Especialmente a las conclusiones.
Lo único que produce la ignorancia en todos los tiempos son rebaños de esclavos
para la tiranía. Galileo Galilei decía que: “La ignorancia es la madre de la
maldad y de todos los demás vicios”. ¿La peor enfermedad del ignorante? Ignorar
su propia ignorancia. Recuerdo una anécdota de Groucho Marx: “-Señorita, ¿Se acostaría
conmigo por un millón de dólares?”, “-Por supuesto”, respondió ella. “-¿Y por un dólar?”,
preguntaba de nuevo. “-¿Que se cree usted que soy?”, contestaba la dama
ofendida. “-Lo que usted es ya ha quedado claro, ahora estamos negociando el
precio”.