Los analfabetos de este siglo no son aquellos que no saben leer o
escribir, sino aquellos que no pueden aprender, desaprender y reaprender. ¿Sabías
que todos tenemos un poder y una capacidad inconmensurables para reinventar
nuestra vida? En cada momento puedes reinventarte y elegir en quien te quieres
convertir. ¡Vivir es reinventarse cada día sin miedo a fracasar en ello! Ray
Bradbury decía que: “Uno debe reinventarse a sí mismo todos los días y no
sentarse a ver cómo el mundo pasa, sin que uno participe”. ¿Y si tu creas tu
propio futuro en lugar de encontrártelo? ¡La respuesta está en tus manos!
Reinventarse es volver a nacer, pero con experiencia. Es desafiarse a sí mismo;
es el único camino que conduce al crecimiento. Es reescribir un nuevo futuro en
el que elegir aquellas cosas que lo hacen mejor. Mira el pasado, rescata buenas
ideas y utiliza la imaginación para crear una nueva vida. En cada momento
puedes elegir en quien te quieres convertir. Experimenta ¡Empieza algo nuevo!
No esperes a saber que quieras para actuar, actúa para saber qué quieres. Recuerda
que en la vida ni se gana ni se pierde, ni se fracasa ni se triunfa. En la vida
se aprende, se crece, se descubre; se escribe, borra y reescribe. El verdadero
acto del descubrimiento no consiste en salir a buscar nuevas tierras, sino en
aprender a ver la vieja tierra con nuevos ojos. ¿Qué si duele? A veces las
transformaciones duelen, pero una vez cambiadas nos damos cuenta de que el proceso
era necesario. Reinventarse o reinventarse… ¡No hay otra!