Si te duele el corazón, trata de disfrutarlo ya que no hay muchas
cosas que estrujan el corazón. Y si te duele de verdad es porque vale la pena.
Abrázate al dolor, que cuando menos te des cuenta, el tiempo te enseñará a
volar de nuevo. Sueña, sueña con lo que quieres y no tienes. Sueña dormido o
despierto, sin medida y sin miedo. Sueña como si tu sueño fuera verdad, y suéñate
a ti mismo en ese sueño. Sueña como si tu sueño fuera realidad, porque la
realidad se teje de sueños. Ni siquiera todo el peso del pasado podrá contigo.
Aun contra todo pronóstico te levantarás y continuarás. Cuando parece que nada
está a tu favor, debes recordar que un avión despega con el viento en contra. ¡No
todo es malo! Ten la firme esperanza que los malos días no son tan malos del
todo. Y no queda duda que, sin ellos, jamás serías la persona que eres hoy. Nunca
permitas que el futuro desconocido te perturbe, encáralo si debes hacerlo, y con
las mismas armas con las que hoy combates el presente. Aunque aún no hayas
ganado, ¡Aun sigues de pie! Muy en el fondo, lo que todos esperamos, contra
todo pronóstico, es que nos suceda algo extraordinario. Solo debes creer lo
inesperado de Dios ¡El hará por ti lo imposible aun sea ¡Contra todo
pronóstico!