En tiempos muy antiguos, el consumir alimentos era una actividad
que se realizaba, normalmente, dentro de la intimidad del hogar, con familia,
amigos o personas muy allegadas. Al ser poco comunes los lugares públicos como
los restaurantes, cuando se era invitado a compartir los alimentos en la casa
de alguien, se utilizaba la frase “Itadakimasu” que se traduce como “Gracias
por lo que vamos a comer”. Un agradecimiento por la oportunidad de compartir la
ocasión en sí, donde se ofrece más que el alimento; la hospitalidad en sí
misma. Sin embargo, esta frase va más allá de mostrar buenos modales y termina
por expresar agradecimiento, a Dios, de contar con alimento, en recordación
humilde de muchas personas y culturas cuyos habitantes han pasado o están pasando
algún periodo histórico de guerra, escasez o hambruna. Por tanto, recuerda agradecer
a quien te invita a un café o te ofrece un dulce. Ten la consideración de cada
fuente de alimento y todas las personas que han intervenido en hacerte llegar
el sustento. La expresión “Itadakimasu” es una práctica manera de mostrar
consideración y gratitud por lo que nos mantiene vivos: el alimento. Y nunca
olvides de agradecer al Creador por su divina providencia tal y como lo hizo
Jeremías cuando dijo: “Grande es su fidelidad; sus misericordias son nuevas
cada mañana”.