1 Samuel 13 relata una historia acerca de malos deseos y malos
consejos. Tamar era media hermana de Amnón, y ambos hijos de David. Amnón, preso
de sus concupiscencias, se dejó llevar por sus emociones hacia Tamar
“angustiándose hasta enfermar”. ¿Amor o
lujuria? Tamar era físicamente agraciada por lo que, es probable un énfasis
excesivo de Amnón, únicamente hacia su hermosa apariencia. Su incontrolada
pasión le hacía perder peso, siendo notorio para su primo Jonadab, cual mal
consejero le dio a entender que como príncipe heredero tenía todo el poder para
hacer y conseguir cualquier cosa que deseara. Amnón confiesa su vergonzosa
pasión a la cual le llama “amor” y su mal amigo induce a Amnón a hacerse el
enfermo con tal de que su media hermana le visite. Presa del engaño, Tamar
accede a llevarle comida a su medio hermano quien cegado por sus malos deseos
comete incesto al violarla. Después de su vileza, Amnón aborrece y odia a Tamar
demostrando que su sentimiento había sido únicamente lujuria, no amor. Su
atracción se basaba en lo que podía obtener y no en su interés por ella. ¡El
desenlace del relato es fatídico! Sin embargo, esta historia es un llamado para
muchas jovencitas que pueden estar recibiendo presiones a través de dinero o
gentileza para entregar sus cuerpos. ¡Quien
realmente ama sabe esperar!