La leyenda del monstruo del Lago Ness, en Escocia, se remonta al
siglo VI, pero, recién en la década de 1930, el mito fue mundialmente conocido
cuando en 1933 un matrimonio dijo haber visto un monstruo que medía 15 metros
de largo, al cruzar por un camino cercano al lago. Desde entonces muchos
afirmaron haberlo visto y los fraudes se han multiplicado. En la década de
1970, una fotografía tomada por el Dr. Robert Rhines atrajo la atención mundial
e incluso llegaron a poner un nombre científico al del supuesto monstruo. Luego
se comprobó que la imagen fue retocada digitalmente para engañar. Aun así, y
durante una semana del mes de octubre de 1987 se utilizó un escáner de un
millón de libras esterlinas para buscar a “Nessie”. Además, se utilizó una
flotilla de 24 botes y tres sonares. ¡Nunca fue hallado nada! De la misma
manera sucede con los “monstruos” creados por nuestra mente, generalmente
relacionados con un futuro que nos parece inquietante. Al acercarnos al final
del año, nuestros monstruos se agrandan. ¿Qué sucederá el año próximo? ¿Podré
empezar aquello que siempre soñé? Los pensamientos catastróficos nos llevan a
pensar solo en las consecuencias negativas de cada acontecimiento, provocando
ansiedad e incertidumbre. ¿Sabías que el 80% de esos temidos “monstruos del
futuro” jamás ocurrirán? Solo tienes que poner tu vida en las manos de Dios. La
clave está en aprender a descansar en Dios. Cuando le confías tu vida y tu
futuro ¡Los monstruos desaparecen!