La Navidad es una fecha controversial y no hay manera de escapar
de ella. ¿Debemos celebrarla? Por un lado, se argumenta que esta festividad
tiene su origen en una fiesta pagana de la Roma antigua. Por otro lado, están
aquellos que afirman que es una ocasión especial para evangelizar tomando como
base la encarnación de Cristo y debido a que muchas personas se encuentran más
sensibles hacia lo religioso. Los que se oponen a la celebración utilizan la
Navidad como un garrote para golpear a los “infieles” cristianos que se amoldan
a las costumbres paganas. Y los que justifican la fecha terminan aceptando
otras costumbres, como el consumismo desmedido de la época. Ahora, ¿Qué de
aquellos que están enfermos en hospitales o los huérfanos en orfanatos? ¿Y los
presos en las cárceles y los miles de personas solas y sin familia? En vez de
complacer el apetito y auto gratificarnos, ¿No sería mejor visitar a estas
personas con algo para comer y, por sobre todas las cosas, con un mensaje de
aceptación, amor y esperanza que emanen de la encarnación, muerte y
resurrección de Cristo? En esta época, decide marcar la diferencia en la vida
de alguien, si es que en verdad quieres darle el sentido correcto a la
celebración del nacimiento del Salvador del mundo.