lunes, 28 de septiembre de 2020

Estamos en guerra


En Efesios 6: 11 - 18 el apóstol Pablo hace un llamado a la batalla contra un enemigo invisible que solo puede ser confrontado a través de una serie de armas espirituales: la verdad y la justicia. Así como el evangelio, la fe, la salvación, la Palabra de Dios y la oración ¡En esta última hace un énfasis muy especial! Para luchar esta guerra espiritual es imprescindible conocer al general enemigo: El diablo, el cual es el líder de los poderes del mundo invisible del mal (Efesios 2: 1-2). Debes saber que Satanás y el tercio de los ángeles creados (ángeles caídos) son enemigos de Dios, pero no pueden luchar contra el Altísimo, al contrario, ya han sido juzgados y condenados (Juan 16: 8 – 11) y solo esperan ser lanzados al lago de fuego al final de los tiempos (Apocalipsis 20: 7). Entonces el diablo, nuestro adversario, sabiendo que le queda poco tiempo, odia todo lo que se parezca a la imagen de Dios, por tanto, también aborrece al hombre e intenta controlarlo. Vivimos tiempos malos (Efesios 5: 16) por lo que Pablo hace un llamado a la batalla: a toda la iglesia en forma corporativa como a un ejército, no a cada santo en particular. ¡Los soldados que andan solos son fáciles de eliminar! Esta lucha, aunque no sea visible, es real; 24/7 nos encontramos inmersos en una contienda bélica cuyos estragos se producen en las almas de seres humanos dotados de libre albedrío. Estamos en guerra y necesitamos armarnos hasta los dientes, conocernos a nosotros mismos y a nuestro oponente… mañana puede ser tarde…