martes, 1 de septiembre de 2020

Un propósito detrás de cada problema


Los sufrimientos ligeros y pasajeros que hoy padecemos no se comparan en nada con la gloria eterna (2 Corintios 4:17). No debería extrañarnos si debemos afrontar problemas (1 Pedro 4: 12) ya que ellos ponen a prueba nuestra confianza en Dios. Además, Dios usa nuestros problemas para acercarnos a Él según el Salmo 34: 18 ya que toda situación adversa nos obliga a mirar a Dios y a depender de Él tal y como lo expresa el apóstol Pablo en 2 Corintios 1: 9. Lo importante es siempre mantener la mirada enfocada en el resultado final. Ahora, si queremos compartir su gloria también debemos compartir su sufrimiento (Romanos 8: 17-18). Todo lo que sucede alrededor de los que aman a Dios es para bien según Romanos 8: 28 – 29. Tenemos la certeza basada en que Dios tiene el control y que Él es el diseñador de un plan maestro que involucra todo lo que pasa en tu existencia ¡Todos los acontecimientos de tu vida obran juntos. El Todopoderoso es el único que puede producir algo bueno del peor mal. Sin embargo, esta promesa es solo para los hijos de Dios, aquellos que han sido llamados de acuerdo a su propósito: Que tú y yo seamos a imagen de Su Hijo.