martes, 1 de septiembre de 2020

Ser como Cristo

Desde la creación, Dios anunció su intención de que el hombre fuese como Cristo (Romanos 8: 29). Sin embargo, llegar a ser como Cristo requiere esfuerzo y de ahí el consejo del apóstol Pedro de poner todo el empeño en afirmar la confianza en Dios, esforzarse por hacer el bien y procurar conocer mejor a Dios (1 Pedro 1: 5). Lo anterior se logra escogiendo abandonar nuestras antiguas maneras de actuar y permitiéndole a Dios que dirija nuestros pensamientos. Además, debemos desarrollar nuevos y consagrados hábitos. No menos importante, es saber entender que la transformación que Dios realiza es lenta (1 Corintios 3: 18), pero ¡No es culpa de Dios! Nosotros mismos debemos reconocer que somos lentos de aprendizaje y que hay mucho que desaprender del “viejo hombre” para aprender lo nuevo. Tal vez durante muchos años hemos venido haciendo mal las cosas y no podemos pretender que con un chasquido de dedos todo se arregle, máxime si existen consecuencias de nuestros malos actos y personas involucradas en los acontecimientos. También somos muy temerosos y reticentes al cambio, por el miedo a lo que podamos descubrir en el camino y, por si fuera poco, desarrollar hábitos lleva tiempo. Practicar y practicar (1 Timoteo 4: 15) es el consejo de Pablo, un día a la vez con paso firme y que el mundo vea la mejora continua. Sé paciente con Dios y contigo mismo porque lo que Dios tiene planeado para ti sucederá con tranquilidad, pero con la certeza de que ocurrirá en el tiempo Su tiempo (Habacuc 2: 3).