¿Sabías que Satanás sabe cuando atacar? A menudo Satanás no solo tienta nuestras
debilidades, sino también nuestros lados, que creemos que son fuertes. La
tentación a menudo viene después de un buen momento en nuestra vida espiritual
o en nuestro ministerio. Satanás elige el momento preciso para atacar, por lo
que debemos estar en guardia en tiempos de victoria y desaliento. Debemos
aprender como creyentes que Dios no tienta a nadie (Santiago 1: 13) pero si le
permite a Satanás que nos tiente para refinar nuestra fe y para aprender a
depender de Cristo ¡Tarde o temprano todos seremos probados! Es importante que
sepamos que existen tres áreas que Satanás usa para tentarnos (1 Juan 2: 16 –
17): (1) un intenso deseo por el placer físico, (2) un deseo insaciable por
todo lo que vemos y (3) el orgullo de nuestros logros y posesiones. Ahora, ¡La
tentación no es pecado! Y no existe fuerza humana que resista la tentación (Mateo
26: 41) la cual nunca será mayor a nuestra capacidad de resistencia. Si bien es
cierto, Dios permite las aflicciones en nuestra vida, Él también nos dará la
vía de escape para que podamos soportarlas (1 Corintios 10: 13). Una vez
superadas nos otorga el premio y el honor más grande que un ser humano pueda
recibir: La Vida Eterna (Santiago 1: 12).