Todo el mundo quiere respuestas… Tal vez porque no aceptan que la
realidad es tal como es o porque los hechos son tan obvios que les parece
difícil de creer. A muchas personas les cuesta entender que las cosas pasan por
algo o por algo no pasan y sin explicación alguna. El momento, las
circunstancias y hasta el estado de ánimo influye en el querer o el hacer de
una u otra persona. ¿Qué o quién te impide querer o no querer? ¿Cuándo o cómo
querer? ¿Por qué hacerlo? En un abrir y cerrar de ojos pueden pasar tantas
cosas que te cambian la perspectiva, la creencia o el “chip” incorporado. Algo
que ayer dabas por “sentado” hoy ya no es. Alguien en quien creías, dejas de
creerle. Algo que te desagradaba, hoy te agrada. Alguien que amabas ayer debes
dejarlo ir ahora. Alguien en quien confiabas solo queda perdonarle. No le
llames ambivalencia o falta de carácter. Todos en la vida hemos tenido que
aprender a prueba de ensayo y error. La vida viene sin un manual en el que
todos los días es un continuo aprendizaje. No importa las veces que tengas que
ir y venir, no dejes de intentarlo si es ahí en donde está tu corazón. Ve donde
te hagan sonreír, disfruta con quien te de paz y te genere un valor agregado.
Deja de contestar preguntas y de agradar con respuestas. Es tu vida y solo se
vive una vez. Quien de verdad te quiere, es feliz si eres feliz, sin tanta
explicación y sin tantos “¿Por qué?”