sábado, 7 de julio de 2018

El juego del pesimista

El pesimista juega, según El, a lo seguro. No pierde nunca y solo puede ganar. Es el único punto de vista del cual nunca se siente decepcionado. Siempre se pone en lo peor ¡Así no se sorprende por todo lo que le depara la vida! Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay. Un optimista piensa bien de todo excepto del pesimista. Este último piensa mal de todo, excepto de sí mismo. Para un pesimista cualquier oportunidad es una calamidad y siempre espera lo peor. Ningún pesimista descubrirá nunca los secretos de las estrellas, ni navegará a tierras inexploradas, ni abrirá un nuevo cielo para el espíritu humano. Al contrario, todo lo ve olor a derrota, nunca con los ojos del corazón y la alegría del triunfo. Paulo Cohelo dijo que: “Optimistas y pesimistas morirán de todos modos. Pero habrán vivido de manera totalmente distinta”. Es más cómodo entregarse al pesimismo que esforzarse para que todo salga bien ¡El pesimismo es la opción que tienen los que no quieren asumir el camino difícil! Aun más, el pesimista es el único que, pudiendo escoger entre dos males ¡Escoge ambos! Un consejo: “Pídele dinero siempre a un pesimista, porque no espera que se lo devuelvas”.