¿Sabías que una vida sin propósito es una muerte prematura? No se
necesita la muerte para convertirnos en polvo ¡Basta perder el interés por todo
lo que nos rodea! La muerte no es la mayor perdida en la vida. La mayor pérdida
es lo que dejamos morir en nuestro interior mientras estamos vivos. Rubén Darío
dijo en una ocasión: “No son muertos los que en dulce paz descansan, bajo la
tumba fría. Muertos son los que tienen el alma fría y viven todavía”. ¡Vives
sin sentir! ¡Es como si no tuvieras alma! Como muerto en vida, difícil de
explicar… No lloras, solo te pudres por dentro de una forma literal. El hecho
de que estés respirando no quiere decir que estés vivo. Es como si te hubieras
suicidado hace mucho tiempo sin necesidad de haber sangrado. Sin pastillas, sin
navaja ni soga. No hay necesidad de que tu corazón deje de latir. Te suicidas
de la manera más dolorosa, con recuerdos, nostalgia, depresión, soledad y melancolía.
Comes sin tener hambre, besas sin sentir amor, sonríes sin estar feliz y ríes
aunque nada te haga gracia. Tus lágrimas son muy dolorosas porque nunca salen
de los ojos. Ahora estas muerto en vida. Muerto sin que te entierren… Ante este
sombrío panorama la pregunta real no es si la vida existe antes de la muerte.
La pregunta real es si estas vivo antes de la muerte.