domingo, 28 de octubre de 2018

Malas compañias


¡No dejes que las malas compañías te arruinen el día! El apóstol Pablo decía que: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres”. Por eso los amigos deben elegirse con sabiduría, no importa si son pocos. Y deben ser aquellos que te generen un valor agregado con un enorme efecto positivo en tu vida. Dime con quien andas… y aullar aprendes. Dime con quien andas… y te despiertas en la cazuela. Dime con quien andas y te diré exactamente lo que eres o que estás a punto de llegar a ser. Es mucho mejor la tranquilidad de la soledad que la decepción de una mala compañía ¡Mucho mejor seguir el camino solo! Las malas compañías son como un mercado de pescados: Puedes terminarte acostumbrando al mal olor. Las espadas y las lanzas por si mismas son inofensivas; el que por si mismo es apacible y sin maldad alguna, se volverá feroz y terrible a causa de las malas compañías ¡No las frecuentes! No sea que aumente su número… Aléjalas como se aleja una víbora venenosa… permanecer en la compañía de los malvados, tarde o temprano, te volverá malo también. Alejarse de este tipo de gente es ganar salud y bienestar para tu vida. Antes de una mala compañía prefiero mi música y un buen libro… Tal vez mi destino sea terminar de recorrer el camino de la vida solo… Pero te aseguro que es mejor que tener que recorrerlo mal acompañado.