sábado, 27 de octubre de 2018

No pasa nada


Tras cada “No pasa nada” hay una historia que nos parte el alma. Decimos: “No pasa nada” cuando en realidad pasa de todo. Como decía Jaime Sabines: “Aquí no pasa nada; mejor dicho, pasan tantas cosas juntas al mismo tiempo que es mejor decir que no pasa nada”. Es más fácil decir que estas bien y que no te pasa nada a tener que explicar porque estás triste y que te pasa de TODO. Tratas de no demostrar que te duele… aunque fingir te duele el doble. Y es que fingir con una máscara de felicidad duele muchísimo más. ¡Te recuerda que estás mucho más solo de lo que pensabas! Te encierras a llorar en silencio sin que nadie lo sepa, respiras, te lavas la cara y sales a poner esa sonrisa de “Todo está perfecto”. ¿Por qué no dejas de resistir? Para que lo que tenga que doler, duela. Lo que tiene que nacer, nazca y lo que tenga que ser, sea. ¡Mañana te crecerá otro corazón! Despertarás y notarás que tu alma está tranquila. Nada duele, nada angustia, nada grita… entonces te darás cuenta de que todo aquello que partía todo tu ser en dos… finalmente acabó.