sábado, 27 de octubre de 2018

Mendigo de amor


Oiga usted ¡Si, Usted! Aprenda a quererse y a no estar a rastras por alguien. Deje de mendigar amor donde ni la hora le dan… La atención no se ruega. Cuando uno no es prioridad, no lo es y punto. Madurar también es dejar de insistir, porque el amor no se trata de rogar. Si tiene que mendigar no es su lugar y es mejor que se vaya. No puede forzar una relación ¡Hágame caso! Le aseguro que va a sufrir muchísimo más estando atrás de esa persona, dando y dando sin recibir nada, que alejándose completamente. Disculpe la expresión: “No sea estúpido”. No creo que usted haya nacido para recibir sobras sentimentales de otro… ¿O sí? Usted no ha querido entender que el silencio dice más que mil palabras, que tomar una mano no significa atar un corazón. Que no se debe correr detrás de alguien que siempre huye de usted. Estar solo no puede ser peor que vivir mendigando amor a un corazón frio. Tagore decía que: “El hombre que ha de mendigar amor es el mas miserable de todos los mendigos”. Mendigar comida es digno, pero ¿Mendigar amor? Quien mendiga amor, migajas recibe. Si usted quiere un lugar en su vida ¡Ella lo pondrá allí! No debería estar peleando por un puesto. El amor no se obliga, mucho menos se suplica. El amor es un tesoro que no se saca con pico y pala. Por favor, deje de mendigar amor y ¡Quiérase un poquito! Quien no es para usted, no lo será nunca…