“Porque tú creaste todas las cosas; existen y fueron creadas para
ser de tu agrado” Apocalipsis 4: 11. Agradar a Dios se conoce como adoración y
no tiene que ver con una postura física, y es mucho más que música (Salmo 34:
1). Sin embargo, recuerda que tu adoración a Dios debe ser espiritual, auténtica
(Juan 4: 23-24) y reflexiva (Mateo 22: 37). ¿Sabes que hace sonreír al Eterno?
¡Un hombre como Noé! Génesis 6 nos muestra un Dios que no le permite a la raza
humana permanecer en rebeldía para siempre. Esto significa que hay un
"punto de no retorno" para todo aquel que persiste en un constante
rechazo a Dios. El Señor no nos va a atraer siempre, hay un punto en el que Él
va a decir "no más". Pero Noé contaba con la aprobación del Señor
porque Noé amaba a Dios por encima de todo (V.9) y puso su confianza en el
Señor completamente (Hebreos 11: 7). Noé obedeció con todo su corazón (V. 22) y
le manifestó a Dios una gratitud continua (Génesis 8: 20). Además, puso sus
habilidades al servicio del Altísimo (Génesis 9: 1-3). El acto de Noé fue tan agradable a Dios que
Él nos obsequió desde entonces EL ARCOIRIS no solo como un pacto de “no
destrucción por agua, sino también como muestra de reconocimiento por esa vida
humana que le hizo sonreír y le agradó, en todo, durante su existencia
terrenal.