martes, 25 de agosto de 2020

Reconocimientos a mamá


“Mi mamá no tiene valor, es una mujer hacendosa, valiente, ejemplar, fuerte, extraordinaria y su valor sobrepasa largamente al de las piedras preciosas ¡Su valor supera en mucho al de las joyas! Siempre ha sido la administradora del hogar porque a través de ella nunca nada ha faltado en casa. Ella sale y busca con voluntad, agrado y placer y trabaja laboriosamente con sus manos. Es como un barco de un lugar lejano que de todas partes trae provisiones a la casa.  ¡Mamá es 24/7! Se levanta muy temprano, antes de amanecer y cuando aún es de noche, para dar de comer a nuestra familia y para planificar las tareas diarias. Ella evalúa, considera, inspecciona, calcula, examina y observa el valor de sus hijos como si fuéramos un campo. Con sus propias manos lo planta y en Él trabaja de sol a sol. Se reviste de fortaleza y con ánimo se dispone a trabajar. Se complace en la prosperidad de sus hijos y ¡toda la noche hay luz en su casa, pues de noche trabaja hasta tarde. Mantiene sus manos ocupadas en el telar, fabricando su propia ropa y con los dedos maneja la aguja. Mi mamá siempre tiene algo que dar a los pobres, y ofrece su ayuda al indigente y a los necesitados. Cuando llega el invierno, no le preocupa que haga frío, pues todos en casa andamos siempre bien abrigados. Es alabada por la gente, todos la respetan y está revestida de fuerza y dignidad. El día de mañana no le preocupa, como tampoco le preocupa lo que pueda venir porque siempre mira con optimismo hacia el futuro. Cuando habla, sus palabras son sabias, cuando instruye, lo hace siempre con amor y da órdenes con bondad. Sus hijos nos levantamos, la bendecimos y nos apresuramos a felicitarla; también mi papá la alaba: Hay muchas mujeres ejemplares y capaces en el mundo, muchas son muy valientes, pero mi mamá las superas a todas, porque es la mejor de todas”. Proverbios 31: 10 - 29