Hebreos 2: 10 dice que Dios quiere una familia con muchos hijos
para compartir su gloria. Sin embargo, debemos aclarar que, aunque Dios creó a
todos los seres humanos ¡No todos son sus hijos! 1 Juan 3: 10 dice que aquellos
que no quieren hacer lo bueno ni se aman unos a otros no son hijos de Dios sino
más bien son hijos del Diablo. Hoy en día abundan muchos “hermanos mentirosos”
que dicen amar a Dios, pero al mismo tiempo aborrecen a su prójimo (1 Juan 4:
20). Jesús mismo expresa en Mateo 22: 37 – 40 que tan importante es mi relación
vertical (con Dios) como mi relación horizontal (con mis hermanos). ¿Sabías que
los primeros 4 mandamientos se refieren a nuestra relación con Dios y los 6
restantes a las relaciones con las personas? La vida sin amor no tiene sentido
y el amor perdurará para siempre (1 Corintios 13: 13). Si no tenemos amor
estamos “quebrados” (1 Corintios 13: 3) y no solo se trata de decir que amamos
¡Debemos demostrarlo! (1 Juan 3: 18). Cualquier persona puede dar sin amar,
pero es imposible amar sin dar (Juan 3: 16). Por tanto, Dios quiere que
emulemos su ejemplo con todos nuestros semejantes (Proverbios 3: 27 y Gálatas
6: 10) sean amigos o no tan amigos…