lunes, 2 de octubre de 2017

Alma de niño


Un niño de 10 años estaba parado frente a una tienda de zapatos, descalzo apuntando a través de la ventana y temblando de frío. Una señora se acercó al niño y le dijo: —Mi pequeño amigo, ¿Qué estás mirando con tanto interés en esa ventana? —Le estaba pidiendo a Dios que me diera un par de zapatos, —fue la respuesta del niño. La señora lo tomó de la mano y entraron a la tienda. Le pidió al empleado media docena de pares de calcetines para el niño. Preguntó si podía darle un recipiente con agua y una toalla. El empleado le trajo lo que pidió. Ella llevó al niño a la parte trasera de la tienda le lavó los pies y se los secó. Para entonces el empleado llegó con los calcetines. La señora le puso un par al niño y le compró un par de zapatos. Juntó el resto de los calcetines y se los dio al niño. Le acarició la cabeza y le dijo: — ¡No hay duda pequeño amigo que te sientes más cómodo ahora! Cuando ella daba la vuelta para irse, el niño le agarró la mano y mirándola con lágrimas en los ojos, le preguntó: —“¿Es usted la esposa de Dios?". Recuerda decir "GRACIAS" a Dios por todo lo que te brinda día a día, sea bueno o malo, que para bien o para mal, son experiencias que te ayudan a madurar y a valorar la vida por su esencia.