Todo en esta vida es temporal, así que, si las cosas van bien, disfrútalas
porque no durarán para siempre. Y si las cosas van mal, no te preocupes, no van
a durar para siempre tampoco. Todos estamos de acuerdo que nada es para
siempre, pero también estamos seguros de que lo que más se cuida dura un poco más.
Recuerda que la vida no se mide por las veces que respiras sino por los
momentos que te dejan sin aliento. El destino nos regala momentos, pero también
se los lleva. No todo es para siempre, por eso la vida se hace de instantes que
debemos aprovechar y disfrutar, así como también soltar y dejar ir cuando sea
el momento, cuando ya no nos deje nada bueno. Todo es crecimiento y aprendizaje.
Nadie camina en esta vida sin haber pisado en falso, nadie recoge rosas sin
sentir sus espinas, nadie siente amor
sin probar dolor. Se fuerte. No importa por lo que estés atravesando. Se
fuerte. Nada es permanente, todo es temporal. Cada cosa pasará, y en algún momento
tu vida mejorará. No te deprimas, pues tú haces de tus días lo que quieras que
sean. ¡Aprovéchalos! ¡Vívelos! Sonríe, vence tus temores. Llora si tienes que
hacerlo, saca lo que llevas dentro. Pero jamás decaigas, pues en esta vida no tendrás
carga mayor que no puedas soportar.