A veces es mejor abrir los ojos tarde, que vivir ciegos toda la
vida. Comienzas a atar cabos sueltos y te vas dando cuenta de muchas cosas y
todo comienza a tener sentido. Todo sale al descubierto: las mentiras más
ocultas, las razones más ciertas y las personas más falsas. Es cierto que abrir
los ojos duele, pero es un dolor muy necesario y ¡Vale la pena! Pablo Neruda decía
que: “Hay heridas que en vez de abrirnos la piel, nos abren los ojos”. A veces
necesitaras tropezar, para abrir los ojos y extender las alas. Apreciar lo que
tienes, soltar lo que no es bueno, encontrar lo que mereces y no conformarte
con desechos. ¡Abre los ojos! Date cuenta de que en la vida real no se dicen
esas frases de película, que nadie cruzaría un océano para abrazarte cuando
tengas frio, que las historias de amor solo existen en las canciones, que las
personas cuentan mentiras, que siempre será más fácil perdonar que olvidar, y
que las cosas nunca vuelven a ser los mismo. Recuerda que las peores
decepciones vienen de donde pensabas que te harían más feliz. Abrir los ojos es
lo único necesario. El corazón miente y la mente engaña, pero los ojos ven. ¡Abre
los ojos! Luego piensa y así sabrás la verdad. Y cuando creías que tenías todas
las respuestas, de pronto cambian todas las preguntas…