¿Has escuchado decir a muchos que cuando somos buenos nadie nos recuerda?
¿Y que cuando somos malos nadie nos olvida? ¿Te ha pasado que a veces quieres
ser tan malo con los demás como lo son contigo? Pero siempre terminas hablándoles
y siendo bueno con ellos ¡Es porque eres una buena persona! Otros aducen que
por culpa de las decepciones, se acaba pensando que es malo ser bueno. Y
deciden volverse malos porque ser buenos no les trajo nada bueno. Ahora, si el
problema es ser bueno ¿Ser malo será la solución? ¿No será más bien que tu
problema es andar siempre esperando? ¡Te llenas de rabia, de resentimiento y
odio! Shakespeare decía: “Siempre me siento feliz ¿Sabes? Porque no espero nada
de nadie, esperar siempre duele”. ¿Qué te parece si te alejas del drama sin
motivo y de la gente que crees que lo provoca? ¿Y te rodeas de personas que te
hacen reír tan fuerte que te olvidas de lo malo y te enfocas solo en lo bueno? El
mal siempre va a existir, pero no sin el bien, como la sombra existe, pero no
sin la luz. De ahora en adelante dedícate a ser feliz, ¡La vida es prestada y
no sabes cuándo te la van a pedir! Una cosa más… Cuando veas a una persona
buena trata de ser mejor. Y cuando veas a una persona mala mejor ¡Examínate a
ti mismo!