lunes, 17 de septiembre de 2018

¿Casualidad?


Ernesto Sábato dice que: “Ni el amor, ni los encuentros verdaderos, ni siquiera los profundos desencuentros, son obra de las casualidades, sino que nos están misteriosamente reservados”. Cuantas veces en la vida nos hemos sorprendido de cómo, entre las multitudes de personas que existen en el mundo, nos cruzamos con aquellas que, de alguna manera, poseían las tablas de nuestro destino, como si hubiéramos pertenecido a una misma organización secreta, o ¡A los capítulos de un mismo libro! Nunca sabremos si se les reconoce  porque ya se les buscaba, o se les busca porque ya bordeaban los aledaños de nuestros destinos. Hubiéramos podido cruzarnos por ahí sin vernos, mirando hacia otro lado, o haber pasado a diferentes horas por el mismo lugar, o no haber pasado nunca. Tuvo que haber un “algo”, un mandato divino, una muy bien estudiado accidente, para que entre los cientos de millones de habitantes de este mundo, tu y yo coincidiéramos en el mismo lugar y al mismo tiempo. En nuestro caso, nadie podrá entender cómo es posible que conociéndonos tantos años, tantos rincones del alma, hoy seamos solo amigos ¡Una amistad irrompible! Pocos entienden que entre la amistad de un hombre y una mujer también hay amor.