Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí
mismo. Gandhi decía: “Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo.
Nosotros tenemos que ser el cambio que queremos ver en el mundo”. Antes de
iniciar la labor de cambiar el mundo, necesitamos empezar por el pequeño
pedacito en que te toco vivir y hacer la diferencia: Tu hogar. Un cambio en lo general, requiere un cambio en
lo particular. Un mundo diferente no puede ser construido por personas
indiferentes. Se requiere de mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo
cosas pequeñas, puede cambiar el mundo. El efecto acumulado de millones de
decisiones éticas puede crear un efecto positivo de alto impacto en la
humanidad. Cambiar el mundo es ¡La suma de todos nuestros pequeños pasos! No
necesitamos magia para cambiar el mundo, llevamos todo el poder que necesitamos
dentro de nosotros. Es un gran error no hacer nada por creer que se hace poco. Es
posible que ayudar a una persona no cambie el mundo entero, pero si puede cambiar
el mundo de una persona. Recuerda que el mundo cambia con tu ejemplo, no con tu
opinión. ¡Esta en tus manos hacer la diferencia!