Cuida siempre de lo que ocurre dentro de ti, porque lo que de
verdad importa está en nuestro interior y no en el exterior. ¡Cuídate, eres el jardín
que crece dentro de ti! Solo tienes que quedarte en silencio y escuchar. El
silencio no es la ausencia de sonidos, es un estado tranquilo en el que te
puedes verbalizar con mayor claridad a ti mismo aquello que se mueve en tu
interior. Al igual que las flores florecen a la luz del sol, el ser interior
florece en el silencio. Solo se volverá clara tu visión cuando puedas mirar en
tu propio corazón, porque quien mira hacia afuera duerme y quien mira hacia adentro,
despierta. No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de
los seres humanos viven tan irrealmente, porque creen que las imágenes exteriores
son la realidad y no permiten a su mundo interior manifestarse. Dentro de ti se
encuentra el poder de levantarte por encima de cualquier situación o conflicto
y transformarte en la versión más fuerte y brillante de tu ser. Cuando hay
calma en tu interior, la adversidad solo es parte del paisaje. Las
contrariedades son una invitación para desarrollar la capacidad infinita que se
aloja en nuestro interior. Confía en la puerta de tu corazón y en el poder de
tu alma porque ellos te llevan por el mejor de los senderos. ¡Confía en tu
interior! ¡Confía en tu YO! ¡Confía en tu ser! ¡Confía en TI!