François Fayolle decía que: “El tiempo no perdona nada de lo que
se ha hecho sin El”. Si supiéramos realmente cuan corta es la vida ¡Nunca jamás
perderíamos un momento! Reiríamos cuando pudiésemos, perdonaríamos y dejaríamos
ir de inmediato las cosas que no pueden cambiarse. ¡No detendríamos la vida por
pequeñeces! El tiempo no se detiene, ni espera por nadie. En una melodía, Juan
Gabriel expresa que: “El tiempo pasa y El nunca perdona. El tiempo es cruel y a
nadie quiere, el tiempo pasa y ese no se detiene. Dios perdona pero el tiempo a
ninguno”. Solo cuando realmente sabemos y entendemos que tenemos un tiempo
limitado en la tierra, y que no tenemos manera de saber cuándo se acaba nuestro
tiempo, entonces comenzaremos a vivir cada día al máximo, como si fuera el único
que tenemos. Eres lo más viejo que puedes ser y lo más joven que nunca volverás
a ser jamás. ¡No lo pienses! Vive, ríe, ama, perdona, disfruta la vida y se
feliz cada vez que puedas. Porque el tiempo pasa y las oportunidades
(organismos de corta vida) se van si no los atrapas a tiempo. Al final solo te
quedara la huella del recuerdo que dejaron al partir. ¿Qué estas esperando?
Lucha por lo que quieres, perdona a los que te hieren y disfruta de los que te
aman. El tiempo no se puede parar ¡Solo se puede aprovechar! Haz algo en lugar
de matar el tiempo, antes de que el tiempo te mate…