lunes, 28 de enero de 2019

A palabras necias...


Una manera de demostrar la inteligencia es sabiendo ignorar lo que no vale la pena. Mi abuela decía: “A palabras necias y vacías, oídos ausentes”. Existen personas que no escuchan y que piensan que solo lo que ellos dicen es lo correcto. Quino decía que: “Lo malo de la familia humana es que todos quieren ser el padre”. De ahí, que la actitud más productiva es el respeto silencioso. Un león nunca voltea, cuando un perro ladra. Si quieres ser feliz, no creas todo lo vez ni escuches todo lo que dicen. Vuélvete sordo ante los chismes, son palabras necias de personas que no valen la pena. Hay una historia detrás de cada persona. Hay una razón por la cual son como son. Es importante pensar en ello antes de juzgar a nadie. Es propio de mentes estrechas, embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza. Mark Twain decía que: “La palabra precisa tal vez sea efectiva, pero ninguna palabra jamás ha sido tan efectiva como un silencio preciso”. Algunos creen que los demás callan para no responder a sus provocaciones. Yo creo que donde la ignorancia habla, la inteligencia calla. Cuanto más dulces sean las palabras de una persona, más convincente es. Por tanto, a palabras necias emitidas por laringes cretinas, trompas de Eustaquio en estado de letargo.