Tu felicidad solo depende de una sola persona, y esa persona eres tú.
Si sufres es por ti, si te sientes feliz es por ti, si te sientes dichoso es
por ti. ¡Nadie más es responsable de cómo te sientes, solo tú y nadie más que
tú! Es verdad que todo mejora o empeora, pero todo, absolutamente todo depende
de ti. No debes depender de nadie porque lo que necesitas ya está dentro de ti.
¡Solo debes descubrirlo! Cuando tienes el sol por dentro, no importa si afuera
llueve. El brillo de un nuevo día, no depende del sol, sino de la sonrisa que
sale de tu corazón. Si andas en busca de la felicidad, tal vez deberías hacer
una pausa y simplemente ser feliz. Tu vida no depende de otra persona, depende
de tus acciones y sentimientos. Tampoco depende de lo que te falta, sino del
buen uso que le des a lo que tienes. Tu felicidad no tiene nada que ver con la
riqueza, sino con la capacidad de tener paz en el alma y apreciar lo sencillo y
hermoso de la vida. El día que supongas que tu felicidad depende de lo que
hagan los demás, estarás en aprietos. El ser humano tiene la creencia errónea de
que necesita algo para ser feliz. ¡Y no es así! Tú tienes todo lo que necesitas
y no dependes de nada ni de nadie, mucho menos de lo favorables que sean las
condiciones externas. Cero dudas, cero remordimientos, cero sombras, cero
pecados y cero pasado. Solo dependes de ti y de esas ganas enormes de volver a
empezar.