El peor error es creer que tienes a alguien asegurado. Nadie es
dueño de nadie. Nadie es propiedad de nadie. El amor es trabajo diario. ¡Lo que
descuidas lo pierdes! Recuerda que “Quien no cuida su cartón, le cantan bingo”.
Aprende a no descuidar a quien amas solo por el simple hecho de que sabes que
siempre va a estar ahí… Quizás deje de estar algún día y en vez de verle, te
toque imaginarle. Ese día le verás pasar y dirás: “Ahí va quien me quiso de
verdad y deje ir”. Si no llega nada, guarda el celular. No te quedes esperando
que se decida a contestar. En tu vida hay mejores cosas que mirar. Si hace rato
no te hace sonreír, si tus dudas te dan ganas de llorar, es momento de soltar.
Hay personas que no saben soltarte y otras que no saben tenerte. Pero las
peores son aquellas que no te sueltan, pero tampoco quieren tenerte. ¡Entonces
eres tú quien debes soltarte! Un día te ama y al otro te olvida. Un día te
busca y el otro te ignora. Y así siempre será, porque quien no sabe lo que
quiere, no quiere lo que tiene. Lo que se busca se encuentra, lo que se
descuida, se pierde… Aquel que deje de ser “eficiente” en su labor, que no se
queje cuando alguien más “eficiente” ocupe su lugar. Con el tiempo… aquello que
se descuida se vuelve de alguien más. Y ese alguien hará hasta lo imposible por
tenerte en su vida.