Salomón decía que: “Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden
ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano
y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas. Del
mismo modo, si dos personas se recuestan juntas, pueden brindarse calor
mutuamente; pero ¿Cómo hace uno solo para entrar en calor? Alguien que está
solo puede ser atacado y vencido, pero si son dos, se ponen de espalda con
espalda y vencen; mejor todavía si son tres, porque una cuerda triple no se
corta fácilmente”. La cuerda triple a la que hace referencia Salomón incluye a
Dios en la relación de amor de un hombre y una mujer. ¡Un amor de Dios, con
Dios y para Dios! Es muy importante que la relación sea armoniosa porque cuando
hay desacuerdo no se avanza. El profeta Amós lo expresa claramente cuando dice:
“¿Pueden dos caminar juntos sin estar de acuerdo adónde van? En el reino animal
las mismas especies se unen instintivamente para convivir y multiplicarse. En
el ámbito deportivo todos los jugadores se ponen de acuerdo para cumplir con la
estrategia del director técnico. En una organización todos los miembros deben
tener un verdadero espíritu de unidad para lograr las metas propuestas. En la relación
de pareja si no hay acuerdo, solo reinará el caos y la confusión. Concluimos
que no solo se trata de estar juntos, sino en común acuerdo. Jesús mismo dijo
que: “Si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra con respecto a
cualquier cosa que pidan, mi Padre que está en el cielo la hará”.