“Te lo dije” es una de las frases que más duele, y duele porque es
cierto. Solo hace falta que alguien te diga que no hagas algo, para que tu
cuerpo tenga unas ganas desmesuradas de hacerlo. No hay frase que alegre más al
corazón que un “Te quiero” salvo un “Te lo dije”. ¡Un “Te lo dije” es la
felicidad absoluta! Para muchos, son las tres palabras más bellas en nuestro
lenguaje común. Mucho más encantador si le adjuntamos un “No quisiste entender
y ¿Ves lo que te paso?” Nos encanta decir “Te lo dije” cuando pasa algo que sabíamos
que iba a pasar, pero odiamos escucharlo. Cuando te dicen “Te lo dije” te das
cuenta de que los demás sabían de lo que pasaba a tu alrededor y tú eras la
única persona que no quería ver la realidad. Detrás de un “Te lo dije” hubo un “No
lo hagas”. ¿El “Te lo dije” más doloroso? Es cuando te dices a ti mismo “Me lo
dije”. ¡Es tu yo interior dándote un tirón de orejas!