El ser humano es extraño. Se pelea con los vivos y lleva flores a
los muertos. Echa de casa a los vivos y pide un “Buen lugar para los muertos”.
Se aleja de los vivos y vive desesperado cuando estos mueren. Pasan tiempo sin
hablarse con un vivo y se disculpan haciendo homenajes cuando este muere. No
tienen tiempo para visitar al vivo, pero tienen todo el día para estar en el
velorio de un muerto. No importa que tan buena persona sea el vivo… ¡Todos
somos los malos en la historia de alguien! Es incomprensible como le damos más
importancia a la boda que al amor. Vivimos en la cultura del envase, que
desprecia el contenido. Nos escondemos para hacer el amor, pero la violencia se
practica a plena luz del día. La forma de vestir se valora más que la de
pensar. Vivimos en un mundo donde la pizza llega más rápido que la policía y los
animales son mejores amigos que las personas. Un corazón hipócrita es cuidado y
un corazón sincero es destruido. Si deseas hacer feliz a quien dices amar, dilo
hoy. Si deseas dar una flor no esperes a que se muera, mándala hoy con amor. Si
deseas decir te quiero a la gente de tu casa, cerca o lejos, hazlo en vida. No
esperes a que ese alguien se muera para quererle y hacerle sentir tu afecto.
¡Serás feliz cuando aprendas a hacer feliz a los demás! Deja de visitar
panteones y mucho menos llenes tumbas de flores, más bien llena de amor
corazones. De tanto darle tiempo al tiempo se te va la vida.