Coré era un líder popular y una figura influyente durante el
éxodo. Había sido nombrado junto con los jefes de los clanes de Israel y era uno
de los primeros levitas que fueron designados para un servicio especial en el
Tabernáculo. Coré tenía sus propias habilidades importantes y valiosas, sin embargo,
junto con otros líderes del pueblo (Números 16) le hace algunos señalamientos a
Moisés, aduciendo que no era mejor que el resto de los israelitas. ¡Su
verdadera motivación se encontraba oculta! No estaba contento con lo que tenía
y trataba de obtener más ¡Una ambición inadecuada es una codicia disfrazada que
al final lo deja a uno sin nada! Coré envenenó a todo el pueblo con sus
murmuraciones y con su codicia. Peligrosamente el pueblo estaba siendo llevado
al exterminio a través del pecado de un solo hombre. Entonces el pueblo tiene
que elegir entre Coré, el líder insumiso o Moisés, el líder escogido por Dios. El
deseo de Coré y sus seguidores por obtener la posición de Moisés no les
permitió valorar la suya propia. Trataron de elevar su propia autoestima
atacando a los demás. Mal utilizaron la Palabra de Dios en vez de permitir que
ella moldeara sus deseos. Buscaron satisfacción en el poder sin pensar que Dios
los estaba utilizando en la posición en que se encontraban. No olvides que
cuando demandas autoridad debes aprender a estar bajo ella. Recuerda las
palabras del centurión en Mateo 8: 9 cuando dijo: “Porque yo mismo soy un
hombre sujeto a órdenes superiores, y además tengo soldados bajo mi autoridad…
Yo sé lo que es dar órdenes y lo que es obedecer… Lo sé porque estoy bajo la
autoridad de mis oficiales superiores y tengo autoridad sobre mis soldados…”.