A veces es mejor respirar profundo y solamente quedarse callado. Calla
lo que sientes porque a veces ser sincero, solo empeora la situación. En
silencio uno se da cuenta de muchas cosas… por mínimo que sea el detalle
cuenta… Observas, te duele, callas y sonríes. Y es que no siempre se calla para
guardar silencio; se calla para conservar la paz… A veces estar en paz, es
mejor que tener razón. ¡Es mejor callar durante la tormenta! ¿Y después de la
tormenta? ¡Callar! Hay gente que cree que te quedas callado solo porque no
respondes a sus provocaciones, lo que sucede es que cuando la ignorancia habla.
¡La inteligencia calla! Mejor es callar y que sospechen de tu poca sabiduría
que hablar y eliminar cualquier duda sobre ello. Cuando sientes que tienes
demasiadas cosas para decir, quizá sea el mejor momento para callar. Deja que
sea el propio interlocutor el que imagine e interprete lo que se intenta
comunicar a través de la magia del silencio. Cohelo decía que: “En muchos
momentos de la vida el silencio es la respuesta más sabia”. Muchos piensan que
hay que hablar para que te escuchen, yo prefiero callar para que me valoren. La
vida nos enseña que cuanto entiendes todo, es mejor callar todo para que el
silencio lo diga todo y que el tiempo haga lo suyo. Al final ¡El tiempo es la
balanza de las cosas!