viernes, 24 de noviembre de 2017

La propiedad privada ¡No existe!


Mateo 19: 16 - 22 relata  la  historia  de  un  joven rico que se fue muy triste al no aceptar  deshacerse de sus todas sus posesiones para  entregarlas  a  los necesitados.  De  igual  manera  Lucas  12: 16 - 20 nos muestra cuan iluso es el hombre  al  creer  que el incremento y acumulación de riquezas será  para su propio disfrute  por largura  de años,  olvidando la fragilidad de su  propia  vida.  El  apóstol  Pablo
decía: "Porque, cuando nacimos no  trajimos  nada al mundo, y cuando muramos  tampoco  podremos llevarnos nada". 1 Timoteo 6: 7. Todo  lo  anterior demuestra que la propiedad privada no existe, tal y como Dios lo expresa en Levítico 26: 23 "La tierra es mía. Ustedes sólo son mis huéspedes y están  de paso en ella”. Por tanto no debes  hacerte  pedazos con cosas que no valen la pena, preocupándote por qué comer, beber o vestir, tal  y  como  lo  hace  la gente que no conoce a Dios.  ¡Al  contrario!   Jesús nos invita a buscar primeramente el reino  de  Dios y su justicia con la promesa de recibir todo aquello que necesitemos según Mateo 6: 31 - 34.