viernes, 24 de noviembre de 2017

La ordenanza del bautismo

“Jesús salió de Galilea y se fue al río Jordán para que Juan lo bautizara. Pero Juan no quería hacerlo. Así que le dijo: —Yo no debería bautizarte. ¡Más bien, tú deberías bautizarme a mí! Jesús le respondió: —Hazlo así por ahora, pues debemos cumplir con lo que Dios manda. Juan estuvo de acuerdo.” Lucas 3: 13 - 15 (TLA) Este acontecimiento lo encontramos en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. ¿Sabías que el bautismo fue la primera declaración pública del ministerio de Jesús? No fue a identificarse con los líderes religiosos ¡Fue al río y se identificó con los que se arrepentían del pecado! ¿Qué representa el bautismo para el cristiano? 1.- El Bautismo en agua y la Cena del Señor son «ordenanzas» establecidas por el Señor Jesucristo. 2.- Después de arrepentirse y creer en Jesucristo, debemos dar testimonio público de fe y consagración a Dios. 3.- El bautismo es una demostración externa de un cambio que ya ha ocurrido en el interior de la persona. ¡El rito en si no realiza nada en especial! 4.- Para los judíos uno podía simpatizar con alguien, pero si se bautizaba abrazaba su causa (Pertenencia). Cabe destacar la analogía del bautismo, que el Apóstol Pablo expresa en Romanos 6: 1 al 6  y que nos indica que: Al ser sumergido en agua, uno se está identificando por fe con la muerte de Jesús y sepulta sus pecados y al salir del agua el creyente se identifica con Cristo al levantarse de entre los muertos a una vida nueva. De ahí que el bautismo se convierte en un testimonio poderoso y significativo de la realidad del nuevo nacimiento.