“Jesús salió de Galilea y se fue al río Jordán para que Juan lo
bautizara. Pero Juan no quería hacerlo. Así que le dijo: —Yo no debería
bautizarte. ¡Más bien, tú deberías bautizarme a mí! Jesús le respondió: —Hazlo
así por ahora, pues debemos cumplir con lo que Dios manda. Juan estuvo de
acuerdo.” Lucas 3: 13 - 15 (TLA) Este acontecimiento lo encontramos en los
evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. ¿Sabías que el bautismo fue la primera
declaración pública del ministerio de Jesús? No fue a identificarse con los
líderes religiosos ¡Fue al río y se identificó con los que se arrepentían del
pecado! ¿Qué representa el bautismo para el cristiano? 1.- El Bautismo en agua
y la Cena del Señor son «ordenanzas» establecidas por el Señor Jesucristo. 2.-
Después de arrepentirse y creer en Jesucristo, debemos dar testimonio público
de fe y consagración a Dios. 3.- El bautismo es una demostración externa de un
cambio que ya ha ocurrido en el interior de la persona. ¡El rito en si no
realiza nada en especial! 4.- Para los judíos uno podía simpatizar con alguien,
pero si se bautizaba abrazaba su causa (Pertenencia). Cabe destacar la analogía
del bautismo, que el Apóstol Pablo expresa en Romanos 6: 1 al 6 y que nos indica que: Al ser sumergido en
agua, uno se está identificando por fe con la muerte de Jesús y sepulta sus
pecados y al salir del agua el creyente se identifica con Cristo al levantarse
de entre los muertos a una vida nueva. De ahí que el bautismo se convierte en
un testimonio poderoso y significativo de la realidad del nuevo nacimiento.