Lucas 1: 26 – 33 nos relata la visita que el ángel Gabriel le hizo
a la virgen María. El ángel le dijo: — ¡Dios te ha bendecido de manera
especial! El Señor está contigo… Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás
por nombre Jesús (El Señor salva). María era joven, pobre y mujer, para muchos
de su tiempo incapaz de que Dios la usara en tareas importantes. Sin embargo, Dios
la escogió y le dio el honor de ser la madre del Mesías, aunque esto le
produciría mucho dolor. A través de su Hijo vendría la única esperanza del
mundo y ¡Por eso la alabarían todas las generaciones! “Entonces María dijo al
ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Y respondiendo el ángel le dijo:
El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por lo cual también lo Santo que de ti nacerá, será llamado el Hijo de Dios»
Lucas 1: 34 – 35. ¿Un nacimiento virginal? ¡Lucas da fe del suceso! Era médico
y un afanoso investigador que, según la tradición, entrevistó a María. ¿Le es
imposible a Dios como Creador del Universo, tener el poder para crear un niño
en el vientre materno? Si no creo que esto sea posible entonces no creo en nada…