Una mujer apasionada te va a durar el tiempo que le sepas
acariciar la mente, el corazón, la piel y el alma. Dante Alighieri decía que:
“No puede comprender la pasión, quien no la ha experimentado”. Si la pasión, si
la locura no pasaran alguna vez por las almas… ¿Qué valdría la vida? Si quieres
conocer el amor de una mujer; bésala, cierra los ojos, si la sientes vibrar, no
solo le has tocado el corazón, le has tocado el alma. Entonces aquella dulce y
delicada niña se convierte de pronto en una mujer apasionada y salvaje. No te
olvides de amarla de tal forma que no tenga ni la más mínima sospecha de que
alguien podría amarla más que tú. Lord Byron dice que: En su primera pasión, la
mujer ama a su amado; en todas las demás solo ama al amor”. Una noche
silenciosa es perfecta y simétrica para abrazarla a tu pecho y entre suspiros
dejar transcurrir el tiempo sin nada más que seguir ligado a su boca. Si
quieres estar con una mujer apasionada debes saber dos cosas: Una, no es tan sumisa
como parece y dos, es mucho más ardiente de lo que piensas. Una mujer puede
mostrarle a todos algo de inocencia, pero no a cualquiera la lujuria que en
ella lleva escondida; esa solo se la muestra a quien con besos, miradas y
abrazos le hace sentir lo bella que es la vida. Recuerda que la pasión para el
hombre es un torrente; para la mujer es un abismo. Por eso debes amarla hasta
el cansancio, hasta quedar sin fuerzas, hasta llegar a sentir que ya no
existes, hasta que el punto en que le hagas sentir que estar contigo es
suficiente, hasta el punto que brillen sus ojos, hasta el punto en que su
corazón se detenga por un instante…