Cuando ves el mundo a través de los ojos de un niño ¡Ves la magia
en todo! Decía Edna St. Vincent decía que: “La infancia es el reino donde nadie
muere”. Todo es increíble y nada sorprendente. No existe el miedo a equivocarse
hasta que el sistema va enseñando poco a poco que el error existe y que hay que
avergonzarse de Él. Dice el Principito que: “Las personas mayores nunca son
capaces de comprender las cosas por sí mismas y es muy aburrido para los niños
tener que darles una y otra vez explicaciones”. Extraño mi infancia… Cuando mis
únicas preocupaciones eran: caminar sin salirme de las rayas y colorear sin
salirme de las líneas. Me ponía contento sin motivo, siempre estaba ocupado con
alto y pedía con todas mis fuerzas aquello que deseaba. ¿Lo maravilloso de mi
infancia? ¡Es que cualquier cosa en ella era maravillosa! ¿Y la peor tragedia
que podía suceder? ¡Se lo voy a decir a mamá! Pensaba que todos eran amigos y
no le daba importancia a ser mejor ni peor, mucho menos a mi cuerpo o a la ropa
que usaba. Los miedos se solucionaban abrazando a mi peluche. También decía que
jamás me enamoraría… ¿Cuándo comencé a extrañar mi infancia? Cuando me di
cuenta, que las heridas de las rodillas, duelen menos que las del corazón. Quien
diría que extrañaríamos la infancia, si nuestro mayor deseo era crecer…