De los que se enamoran en el bus… ¡Líbranos Señor! No tengo ni la
menor idea de cómo un hombre usa frases como “¿Por qué tan perdida bebé?” o
“¿Cuándo nos vemos muñequita?” o “¿Por qué tan solita mami?” (Y no menciono
otros peores por razones obvias). La gente vulgar apenas encuentra diferencias
entre los hombres y en el caso de las mujeres, estos caballeros ¡Creen que
todas son iguales! ¿Iguales a quién? ¿A su mamá, a su hermana, a su mujer o a
su hija? El hombre culto hace uso de la amenidad y gracia, en cambio el
majadero abunda en groserías. Don Quijote decía que: “Amor y deseo son dos
cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea
se ama. Cuando un hombre denigra a una mujer con frases del vulgo, solo para
sentirse más hombre, está dando el primer paso para dejar de serlo. ¡No te
equivoques! El dinero no da CLASE, ni la pobreza VULGARIDAD. Son nuestras
acciones y el comportamiento con las demás personas, lo que nos define. ¡Que
culito, mi amor! Si te incomoda leerlo ahora solo imagina cuando una mujer
tiene que escucharlo. Según estos “caballeros”, no tienen la mente sucia sino
una imaginación sexy. Para mí no son más que una partida de incomodos con la
belleza. Una belleza que no es de consumo popular y que para ellos es
inalcanzable. Un consejo para estos “caballeros:
Cambie su “piropo” (para darle un nombre bonito) por un cortejo basado en
encanto e inteligencia.