viernes, 21 de abril de 2017

Algo tengo...


No sé si es rabia, desilusión o tristeza, pero algo tengo… Se vale estar triste a veces, estar rotos de vez en cuando. Se vale no siempre ser la persona alegre que todos quieren. Se vale no querer hablar con nadie. Se vale dejar que el corazón llore hasta secarse. Se me llenan los ojos de lágrimas. Voy al baño, lloro en silencio y me restriego los ojos. Me lavo la cara, sonrió, salgo y ¡Nada pasó! Hay momentos en los que, miras atrás, y no sabes exactamente que pasó. Solo sabes que, desde que pasó, nada volvió a ser lo mismo. Y solo atinas a decir: “Estoy bien. Bien hundido, bien decepcionado, bien vacío, bien harto, bien roto, bien fracasado, bien inestable, bien triste, bien cansado ¡Definitivamente estoy bien! Hoy es uno de esos días en que me siento harto de muchas cosas. De que se me pudran los sentimientos dentro. De no volar a voluntad y de sentir solo la mitad de mi corazón ¡Se vale ser humano! Recuerda que absolutamente NADA es para siempre, ni lo bueno ni lo malo. Si lo estás pasando mal, algún día, tarde o temprano, acabará. Thompson decía que: “La vida no debería ser un viaje hacia la tumba con la intención de llegar a salvo con un cuerpo bonito y bien conservado, sino más bien llegar derrapando de lado, entre una nube de humo, completamente desgastado y destrozado, y proclamar en voz alta ¡Uf! ¡Vaya viajecito!”