Ante la carencia de pescado fresco en las aguas cercanas a Japón,
se fabricaron barcos más grandes para ir mar adentro. El viaje tomaba varios
días, y el pescado no llegaba fresco por lo que se instalaron congeladores en
los barcos pesqueros. El japonés percibe la diferencia entre el pescado
congelado y el fresco y no le gusta! Entonces, las compañías instalaron tanques
en los barcos para los peces y llevarlos vivos. Pero los peces se aburrían y
dejaban de moverse en el tanque y el comensal japonés lo descubría en el sabor!
¿Cómo resolvieron llevar el pescado fresco? Poner a los peces dentro de los
tanques en compañía de un ¡Tiburón pequeño! ¡Los peces son desafiados a nadar todo el trayecto dentro del
tanque, para mantenerse vivos. ¡Unos cuantos "tiburones" en tu
estanque te harán conocer tu potencial! Que no te asusten sus "dientes ni
sus trampas" tu sigue alerta, pero siempre "fresco".