Todo lo que Dios permite que llegue a nuestra vida es con un
propósito. “Todas las cosas, aun la adversidad, decía Jim Rohn, tiene un
propósito en la vida”. El utiliza el error más grande y el más profundo dolor
para moldearnos en una persona mejor. Tolkien decía que: “Si no crees en Dios,
la cuestión ¿Cuál es el propósito de la vida? Resulta incontestable. ¿A qué
dirección mandaras la pregunta? Sin Dios la vida no tiene propósito; y sin
propósito la vida no tiene significado. Dios nos creó con deseos para que
tengamos el impulso de lograr cosas, y experimentar satisfacción y propósito.
Demasiados son los que se conforman con poco, con nada. Decía Goethe que: “Una
vida sin propósito es una muerte prematura”. Tú naciste para un propósito mucho
más grande que ir a trabajar, pagar cuentas y morir. El papel de la humanidad
es cumplir su propósito enviado del cielo a través de un corazón sincero que
está en armonía con toda la creación y ama todas las cosas. El propósito de la
vida no es ganar. El propósito de la vida es crecer y compartir ¡Es encontrar
tu regalo y entregarlo! Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al
lugar en el que quieres estar mañana. Dite a ti mismo:
“¡YO! No estoy de paso por este mundo. Nací con un propósito”.
