“Jesús dijo: —“Todo maestro de la Ley que se convierte en
discípulo del reino de Dios, se parece al que va a su bodega, y de allí saca cosas
nuevas y cosas viejas”. Muchas personas rechazan todo lo nuevo porque
consideran que lo antiguo es mejor porque está respaldado por la historia y la
experiencia. Otros, rechazan todo lo viejo como obsoleto e inservible y también
porque lo nuevo es más emocionante y presenta nuevos desafíos. Tu “bodega” debe
incluir tanto lo viejo como lo nuevo; la experiencia y la aventura; la
tradición y la innovación; lo que debemos conservar y lo que debemos renovar. No
debes quedarte solo con lo viejo, ni tampoco aventurarte a todo lo nuevo. Recuerda
que posees tesoros muy valiosos, del cual puede sacar un enorme caudal de
conocimientos que también son aportados con nuevas experiencias. “La falta de
experiencia se compensa con entusiasmo y la falta de energía con sabiduría”.