sábado, 29 de abril de 2017

Su rostro lo delata


Una mujer y su hija fueron a hacer compras de Navidad juntas. La aglomeración era tremenda. La mujer tuvo que pasar por alto el almuerzo porque estaba apretada de tiempo. Estaba cansada y con hambre, y sus pies le dolían terriblemente. Estaba sumamente irritable. Cuando salieron de la última tienda, preguntó a su hija: « ¿Viste la terrible mirada que me dio el vendedor?» La hija le respondió: «No te la dio a ti, mamá. Tú la tenías cuando entraste».